sábado, 17 de noviembre de 2007

La escarcha debiera ser rocio (05.05.06)

Porque todas las palabras sobran cuando las cicatrices que no se ven se ayustan en interminables plegarias que flotan como relámpagos del alma. Porque todas las palabras faltan en el instante mismo en que la guadaña sedienta se vierte como un manantial bravío que descuartiza la inocencia. Porque tú fatiga, me trajo tu destierro, arracimadas canciones de imposibles, sueños de libertad y hambrunas rotas colgando en el rincón escondido de la distancia. ¡Misericordia!. Piedad y Misericordia Katya, en éste trasigo con días de alfileradas noches espumosas donde los cuajarones humedecen el rostro de la tierra y tiñe la espuma más allá de mi sangre y la tuya. Y la escarcha qué debiera ser rocío en primavera nueva, es hielo que desliza fragancias imposibles a ciénagas de ocasos.
Y tus mirada qué debiera ser caricia en luna llena, es laguna tragada por el tiempo cosechando las memorias. Y rezo mi plegaria intermitente: ¡Piedad! Katya. Piedad e indulto al envite carcomido y belicoso por que ellos tienen el poder de hacer y deshacer, por que sus palabras manipulan fingiendo realidades inexistentes a cambio de ejércitos de lamentaciones que surcan la razón. ¡Y Dios está dormido katya! Se durmió en un sueño permanente desde aquel día en que hizo al hombre, porque unos se apropiaron del oro sembrando andrajos, y a golpes de espuelas nos han roto, mucho más que los pantalones.

©katya

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